La guerra

“Esto no va de ganar, esto va de no rendirse nunca” Lady Gaga.

Hay palabras que significan dolor, palabras que da igual que las pintemos de rosa, siguen siendo dolorosas. Una de ellas es “cáncer”, y eso que para mi, es la palabra que define mi signo, y que siempre me ha encantado. Y me encanta.

Cada persona cuando tiene un diagnóstico heavy, como el mío, reacciona de un modo muy personal: hay quienes se quedan en silencio, y se dejan llevar, otros suavizan la situación y aceptando el tratamiento de su “enfermedad” sin importarles que se les llame así, y luego estamos los que nos venimos arriba, nos creemos una amazona o un guerrero de verdad, nos plantamos una armadura invisible, y decidimos ir a la guerra a luchar, y encima odiamos que nos llamen enfermos.

Y usamos palabras como esa, guerra, lucha, batallas… todo un arsenal lingüístico bélico, que muchos no entienden. Pero para mi, lo es todo. Es actitud, es ponerse en pie delante de un monstruo enorme de mil cabezas aún sabiendo que eres diminuta, es decirme a mi misma todos los días “tu puedes, Vir”, es alegrarme por cada pequeña victoria, por cada avance, por cada día que pasa estando bien.

La guerra, no es contra el cáncer. Entiendo que hay personas que no están de acuerdo conmigo, que piensan que los que hemos pasado un cáncer no debemos usar este lenguaje, por aquellos que se quedan en el camino. (Spoiler: nadie vive eternamente, es decir, morir no significa perder la guerra. Al final, todos la perderemos) Pero es que la guerra, insisto, no es contra el cáncer. Esa parte, se la dejo a Elena, Ramón, Fernando, Ane…  a todos los médicos e investigadores. Mi guerra es contra mi cabeza, contra esos fantasmas y miedos que se te sientan al lado y no se te despegan desde que te dicen el diagnóstico. Es luchar contra los efectos secundarios, y aceptarlos según van viniendo, es aprender a no anticiparse, a esperar activamente, a no compararse con otros pacientes, a no mirar en internet, es alegrarse cada vez que pasa una quimio, una prueba o una sesión de radioterapia. Y esos hitos, son para mi, batallas. Batallas que gano, batallas que me refuerzan como paciente, como persona y como mujer.

Así que sí, yo, estoy en guerra, voy ganando batallas, y seguiré luchando. Y no, no soy una enferma, ni me he sentido así, ni me gusta que nadie hable de mi así. Por suerte, mis médicos, han sido siempre claros conmigo, y lo mismo que me han contado sin pelos en la lengua qué podía ir pasando con el tratamiento, también me han dejado claro, que, en mi caso, todo el tratamiento es preventivo. Por que tengo 34 años, y pienso seguir dando la lata muchos años más, y para ello, tengo que pasar por esto.

Bienvenidos a mi guerra.

1 comentario
  1. Hisavel88 Dice:

    Que ciertas todas tus palabras… He leído cada capítulo, y en todos escribiría un comentario, pero en este no me he podido resitir… Que bonito esto que haces… Tener valor para contar todo lo que pasas y pasamos… De una forma natural pero no menos real…Me encantaría que todos te leyeran, aunque solo sea un capítulo, para entender que sentimos en cada momento. Todos tenemos una venda en los ojos cuando se habla del cáncer.. Si esta ahí, lo ves hasta algo normal, ya ni te sorprende cuando te enteras que alguien esta metido en esa lucha como bien dices, hasta que un día la venda se cae y eres tú al que le toca mirar y descubrir todo lo que pasa.. Gracias por dar voz a nuestros momentos más duros..

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